Aun tengo cicatrices de aquel día, no solo físicas, las que mas duelen están entrelazadas en mi alma. La emoción que no podía contener de felicidad brincos daba como adolescente en tacones realizando una carrera absurda con mis amigas cuesta abajo, los muchachos nos miraban y no podían creer lo tontas que éramos al lastimarnos así las rodillas, tacones más minifalda y un reto no son la mejor combinación cuando vas saliendo de un bar.
Llevo una semana pasando de casa en casa, algunos amigos y otros sólo conocidos del momento... Dolor... es todo lo que saboreo, como utilizar este dolor... transformandose el anhelo en deseo, amor, pasión y finalmente en dolor.
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